domingo, 13 de junio de 2010

La Granja Blanca - Clemente Palma

"¿Realmente se vive o la vida es una ilusión prolongada?. ¿Somos seres autónomos e independientes en nuestra existencia?. ¿Somos efectivamente viajeros en la jornada de la vida o somos tan sólo personajes que habitamos en el ensueño de alguien, entidades de mera forma aparente, sombras trágicas o grotescas que ilustramos las pesadillas o los sueños alegres de algún eterno durmiente?. Y si es así, ¿por qué sufrimos y gozamos por cuenta nuestra?. Debiéramos ser indiferentes e insensibles; el sufrimiento o el placer debieran corresponderle al soñador sempiterno, dentro de cuya imaginación representamos nuestro papel de sombras, de creaciones fantásticas"



Este cuento relata la historia de amor de dos jóvenes, que ya desde niños se encuentran destinados a estar juntos. De dos jóvenes que no pueden vivir separados el uno del otro, dos jóvenes que se aman más que a nadie en la tierra. Semanas antes de su matrimonio un infortunio los separa: ella se enferma de gravedad y muere... pero.. ¿es tan definitiva esta separación?

La vida y la muerte. Dos antagonistas, enemigos, rivales. Pero aquí se entrecruzan. ¿Qué tan hermética es la barrera entre ambos? La vida intenta acercarnos, unirnos a la gente que amamos, a la gente que está a nuestro alrededor. La muerte nos aleja de ellos, pero no puede quitarnos nuestros recuerdos, de los momentos vividos, de las risas, de los llantos. No puede quitarnos nuestros "recuerdos futuros"... lo que nos hubiera gustado hacer si esa persona aún estuviera con nosotros.
La muerte sería definitiva si perdiéramos nuestros recuerdos, pero mientras ellos existan es un pedacito de vida que logramos arrebatarle. En este cuento el protagonista logra arrebatarle mucho más. Quizás si pensamos con todas nuestras fuerzas en aquella persona que se fue, tal vez podríamos llegar a sentir su presencia, como una compañía etérea, como un abrazo silencioso, como un aire cálido, como el saber que no se fue completamente, porque en tu corazón aún sigue su rostro, su risa, su voz.

¿Qué es la realidad? Realidad y fantasía se mezclan en este relato, diciéndonos que no hay que ser tan categóricos con la verdad. Nadie es dueño de la verdad. La verdad, lo real es relativo al ser. Cada uno tiene su propia interpretación de la realidad, de la verdad, cada cual es dueño de ella. ¿Acaso nuestros sueños son pura fantasía? Tal vez mientras son soñados, pero dejan de serlo cuando tratamos de realizarlos; de esa manera van quitándole realidad a la verdad y tomándola para si.

Este cuento te hace soñar. Te hace reflexionar acerca de las cosas que creímos siempre ciertas, de las cosas que creímos definitivas (la vida, la muerte, la verdad), porque tal vez, no lo son.